23 de octubre de 2006
21 de octubre de 2006
Os presento a mi nueva mascota, un conejo belier. Aún es muy peque por eso tiene una oreja levantada, con el tiempo se le caeran las dos. Se pasa el día durmiendo y comiendo, es muy bueno, nos deja tocarlo sin asustarse, aunque hasta mañana no lo podremos sacar de la jaula. Su nombre... Boliche!!! Gracias por el regalo :@333
20 de octubre de 2006
A disfrutar!
Ayer nos fuimos de comida los del trabajo para "despedir" a nuestro jefe, que se prejubila! Comimos en un sitio muy chulo y le regalamos un reloj precioso. Desde aqui quiero darle las gracias porque en estos tres meses se ha portado muy bien con nosotros, puede que demasiado y ahora estamos mal acostumbrados... nos ha tratado como si llevasemos trabajando allí siempre y se ha preocupado de dejarnos en las condiciones mejores dentro de lo que estaba en su mano (bendito horario de 8 a 16). Espero que disfrutes de tu merecida prejubilación y se que te acordarás de nosotros un poquito cuando tu hija te hable de la empresa dónde ella trabaja (espero que tenga más suerte que nosotros). Gracias otra vez y un abrazo sheriff JV. (Isma escribe algo, no me dejes sola dando el discurso, compañero jajaja)
12 de octubre de 2006
7 de octubre de 2006
6 de octubre de 2006
5 de octubre de 2006
El joven discípulo de un sabio filósofo llegá a casa de éste y le dice: -Oye, maestro, un amigo tuyo estuvo hablando de ti con malevolencia... -¡Espera! lo interrumpe el filósofo-. ¿Ya has hecho pasar por las tres rejas lo que vas a contarme? -¿Las tres rejas? -Sí. La primera es la verdad. ¿Estás seguro de que lo que quieres decirme es absolutamente cierto? -No. Lo oí comentar a unos vecinos. -Al menos lo habrás hecho pasar por la segunda reja, que es la bondad. Eso que deseas decirme, ¿es bueno para alguien? -No, en realidad no. Al contrario... -¡Ah, vaya! La última reja es la necesidad. ¿Es necesario hacerme saber eso que tanto te inquieta? -A decir verdad, no. -Entonces -dijo el sabio sonriendo-, si no es verdadero, ni bueno ni necesario, enterrémoslo en el olvido