Vuestros brazos siempre se abren cuando necesito un abrazo. Vuestro corazón sabe comprender cuándo necesito amigos. Vuestros ojos sensibles se endurecen cuando necesito una lección. Vuestra fuerza y vuestro amor me han dirigido por la vida y me han dado las alas que necesitaba para volar.
Os quiero y admiro y sé que juntos podremos, y si no... no será porque no nos hemos dejado la vida en ello.